El catálogo de las principales marcas de gafas de sol se rige (en el aspecto estético) por una serie de estilos marcados por varios modelos icónicos como pueden ser las gafas de aviador, las de estilo wayfarer y el caso que nos ocupa, las gafas de sol clubmaster. Rara es la marca que no cuenta en su muestrario con alguna referencia inspirada en algunos de estos tres tipos de gafas, con mayores o menores diferencias de lo que se tiene como “original”, pero que al fin y al cabo, marca la pauta en cuanto al diseño y apariencia estética de las gafas.
En este primer artículo acerca de las gafas de sol más famosas, nos vamos a referir al estilo clubmaster, unas gafas de sol para hombre y mujer indistintamente que se caracterizan por su montura mixta, mitad pasta y mitad metal, con varillas de pasta y unos característicos embellecedores metálicos en el frontal y lateral. Disponibles en colores clásicos como el havana o negro, las lentes de espejo de colores tan de moda en las últimas temporadas han dado un nuevo toque estético a este modelo, pasando a ser uno de los favoritos por las chicas dentro de nuestro catálogo de gafas de sol para mujer.
En el caso que nos ocupa, las gafas de sol clubmaster, podríamos aplicar tranquilamente aquel refrán popular que dice: unos cardan la lana y otros crían la fama. La explicación en este caso es bien sencilla, si bien el nombre del modelo (Clubmaster) y la marca asociada a él (Ray Ban) son los que han llegado a nuestros tiempos, la verdad es que este tipo de gafas de estética tan peculiar, vieron la luz a finales de la década de los 40, mucho antes de que Ray Ban lanzara sus Clubmaster en la década de los 80. Al igual que pasa con otros casos, en la memoria colectiva prevalece una marca y el nombre de su producto sobre el resto.
El primero de los modelos Ray-Ban Clubmaster del que tenemos referencia se fabricó por primera vez en 1947 con la marca Ronsir de la empresa Shuron Ltd. en los Estados Unidos, se las llamaba “browline” y tomaron este nombre debido a la particularidad de que la montura de las gafas seguía la misma línea de las cejas para enmarcar la mirada. Por supuesto eran gafas para graduar en la óptica ya que en esa época las gafas de sol no habían estallado como producto de gran consumo. Tuvieron su gran momento de gloria durante dos décadas, hasta que ya en los 60 las gafas de pasta tipo wayfarer se impusieron en el mercado.
En vista del gran éxito obtenido por Shuron con sus Ronsir, otras marcas del momento sacaron sus propias versiones de gafas tipo clubmaster al mercado, siendo las Clubman (gafas tipo clubmaster para hombre) y Leading Lady (gafas clubmaster para mujer) de Art-Craft Optical unas de las más populares y las primeras en sacar una versión exclusiva para mujer. Otras marcas también lanzaron sus propias browline, como Victory Optical, American Optical y Bausch and Lomb con sus “Ray Ban Browline”, un modelo que nada tenía que ver con las Clubmaster de la actualidad. La diferencia principal entre los modelos de las distintas marcas radicaba en los embellecedores que cada una ponía a la montura y varillas de sus gafas.
A lo largo de los 50, la popularidad de las “browline” seguía en auge y llegaron los modelos de gafas clubmaster fabricados en aluminio (Ray Ban ha sacado hace poco sus Clubmaster en este mismo material), cambios estéticos en la forma de las monturas, plástico imitando a la madera (Ray Ban también lanzó no hace mucho sus Clubmaster Wood de madera) y otra serie de innovaciones que permitieron a las browline acaparar prácticamente la mitad de las ventas de gafas en la década. Como resultado de esta popularidad, las gafas tipo clubmaster aparecieron siendo usadas por personajes de lo más variopinto, desde activistas políticos como Malcom X al fundador de KFC, Colonel Sanders (de hecho puedes verle con ellas en el logo de la compañía de comida rápida), pasando por su aparición en películas como El dulce olor del éxito en la que Burt Lancaster llevaba unas. En el mundo del celuloide, las gafas tipo clubmaster han tenido innumerables apariciones, especialmente en películas inspiradas en las décadas de los 50 y 60 como pueden ser JFK (1991) con Kevin Costner, Malcom X (1992) con Denzel Washington o Atrápame si puedes (2002) con Tom Hanks.
Ya en la década de los 60, con la aparición de los modelos de pasta tipo wayfarer y la cultura hippie, las browline perdieron poco a poco su popularidad, ya que los nuevos materiales, permitían a los fabricantes mayores posibilidades de personalización de los modelos, trabajar tallas distintas, etc. Las gafas tipo clubmaster quedaron desterradas a su uso por parte del público más conservador y de más avanzada edad, pero a finales de los 70 y cuando ya parecían un modelo condenado a la desaparición, la demanda de las browline volvió a crecer, pasando de menos de 5.000 unidades vendidas en 1977 a más de 12.000 en 1982.
Es entonces cuando se produjo el auténtico boom de las gafas de sol clubmaster; Bruce Willis aparecía en la popular serie “Luz de Luna” llevando unas Ronsir; Ray Ban, que ya dominaba el mercado de las gafas de sol con las Aviator y Wayfarer, lanzó las Clubmaster tal cual las conocemos hoy, llegando las ventas de las gafas estilo clubmaster en general a las 500.000 unidades vendidas en 1987, el año de mayor éxito comercial de este tipo de gafas. Las Clubmaster alcanzaron rápidamente el tercer lugar entre los modelos más vendidos de Ray Ban, por detrás de los otros grandes iconos de las gafas de sol, las Aviator y las Wayfarer.
Ya a finales de los 80 volvieron a decaer, pasando a quedar un poco al margen de nuevo durante la década de los 90, siendo asociadas (en los Estados Unidos) a un público “nerd”, o a gente por lo general utraconservadora, arquetipo representado por Michael Douglas en la película Un día de furia de 1993.
En los últimos años y gracias a series de TV inspiradas en los 60 como Mad Men a nivel mundial o Velvet en España, el movimiento “hipster”, o la evolución de la moda con la aparición de las lentes espejadas en múltiples colores, han supuesto un nuevo impulso para las gafas de sol clubmaster, pasando a estar entre los modelos más vendidos en un corto espacio de tiempo. También se han fabricado en diversos materiales, como el aluminio o la madera y cuentan incluso con versiones personalizabais.
Estamos seguros que el estilo clubmaster seguirá evolucionando, conservando sus peculiaridades que han hecho de él un auténtico icono dentro del mundo de las gafas de sol.